La puerta por la que desde la calle se accede al claustro es de finales del siglo XV, en estilo gótico isabelino, con doble arco muy rebajado. El más vistoso es el superior conopial rematado en florón.
En el amplio alero volado que en esta fachada da a la calle
se pueden apreciar hasta 10 hileras de ladrillos y 3 de tejas de color blanco y
rojo.
Esta era la puerta reservada a los conversos.
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