Llama la atención los fustes de granito empotrados en las esquinas. Es tradición en Baeza tocar uno de ellos, siendo fácil adivinar cual.
En 1545 se levantó el campanario, con un segundo cuerpo de forma octagonal, ángulos achaflanados y cuatro jarrones en las esquinas, modelo que se repite en la torre de la Capilla de la Antigua Universidad. Un rayo arruinó la obra en 1832, siendo reconstruida en 1959.
La campana más antigua es la conocida como de San Miguel o el Porrón, hecha en el 1772.
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